Terapias con bebés
Osteopatía para bebés
¿En qué puede ayudar?
Cólicos del lactante, estreñimiento, nerviosismo, insomnio, mala succión, bajo tono muscular, reflujo no patológico, deformaciones craneales, etc.
La Osteopatía Infantil surge por la necesidad de dar los mismos beneficios de la Osteopatía de adultos a los niños, adaptando las técnicas y manipulaciones a la naturaleza y estructura de ellos. La osteopatía infantil se trabaja a favor de la inercia del crecimiento y de los tejidos en formación. Cualquier indicio en que algo esté formándose mal o exista alguna disfunción, tendremos la oportunidad de corregirlo con la ayuda de la naturaleza interna del propio individuo en desarrollo, por esto los resultados son muy rápidos.
Con la Osteopatía Visceral, se trabaja todo lo relacionado con los trastornos digestivos, incluyendo molestias del lactante como: cólicos, gases, vómitos, estreñimiento, diarrea, reflujo no patológico. La mecánica de un sistema digestivo inmaduro no tiene unos movimientos acompasados, con cadencia y ritmo acordes, como para realizar su función educadamente. Así mismo, esta inmadurez podría ocasionar compresión tensional a nivel de la base del occipital, alterando el Nervio Neumogástrico. En la osteopatía infantil se trabaja con maniobras de masajes, bombeos y vibraciones que lejos de ser dolorosas resultan relajantes para el bebé. De esta forma se consigue la movilidad y motilidad de las vísceras, facilitando y armonizando su funcionamiento.
Terapias destacadas
Craneosacral Biodinámico bebés
La Terapia Craneosacral, es una técnica manual muy sutil poco invasiva que potencia la capacidad autocurativa del cuerpo (homeostasis), armonizando y equilibrando.
Al trabajar en estas condiciones, se respeta el tiempo y las condiciones necesarias para cada niño. Es muy recomendable para partos ectópicos, bebes prematuros, cesáreas.
Las estructuras anatómicas sobre las que se trabaja son las conectadas, directa o indirectamente, con el Sistema Nervioso Central, huesos del cráneo, líquido cefalorraquídeo, meninges, pares craneales, tubo dural, articulación esfenobasilar, sacro, diafragmas…
¿En qué puede ayudar?
Lagrimal obstruido, disfunciones a nivel de pares craneales (irritabilidad, mala succión, insomnio, cólicos de lactante, estreñimientos , etc). Todas estas alteraciones pueden producirse por compresiones a lo largo de la vida intrauterina o por el mismo parto.
Deformaciones craneales como plagiocefalia, braquicefalia, escafocefalia o dereviadas. La terápia craneosacral ayuda a relajar las tensiones intracraneales que estén favoreciendo esas deformaciones óseas.
Consecuencias de la disfunción en algunos de los pares craneales:
- Nervio Olfatorio: En los partos de cara puede verse comprimido el hueso Etmoides, pudiendo provocar al niño; un ronquido continúo más intenso cuando duerme, estornudo excesivo, mala respiración…
- Nervio Óptico y Óculomotor: Cuando hay una compresión en este par craneal, puede provocar; estrabismo, problemas en los reflejos pupilares, párpado caído, lagrimeo continuo…
- Nervio Trigémino: Su disfunción o compresión puede inducir en el bebé o niño un llanto excesivo, insomnio, irritabilidad, mala succión, parálisis en algún músculo de la cara… Podemos encontrar este nervio afectado durante la dentición.
- Nervio Facial: En los bebés este nervio puede verse afectado al utilizar instrumental durante el parto, o durante la dentición. Puede aparecer en el bebé; irritabilidad, llanto excesivo, parálisis facial, pérdida del gusto, pérdida de oído, salivación excesiva, deficiente succión…
- Nervio Auditivo o Estatoacústico: La afección de este nervio puede inducir a pérdida de audición o problemas de equilibrio e inestabilidad, manifestándose cuando el bebé comienza a gatear o andar. En los casos de niños con otitis de repetición, la descompresión de la porción petrosa del temporal, así como el buen drenaje del oído se puede conseguir con el trabajo craneal.
- Nervio Glosofaríngeo: Puede verse alterado por compresiones en la base del cráneo. En el recién nacido su disfunción puede provocar alteraciones en la deglución y succión. Dificultad para salivar. Reflejo nauseoso estimulado.
- Nervio Vago o Neumogástrico: Su lesión puede manifestarse con alteraciones digestivas, gases, cólicos, estreñimiento, mala succión, vómitos, reflejo nauseoso, falta de apetito… También puede dar problemas de comportamiento: tristeza, enfado excesivo, depresión, apatía…
- Nervio Accesorio: Al ser comprimido puede provocar tortícolis. Podría verse afectado durante el parto al traccionar del bebe.
- Nervio Hipogloso: Nervio muy importante para la succión, la deglución y el lenguaje. Su disfunción repercute directamente en la alimentación del bebé.
Cualquiera de estos trastornos de origen mecánico se trabajan con la Osteopatía Infantil. Con gran eficacia y resultados visibles, estando exento de riegos para el bebé o niño.
Método Rubio para Cólicos del Lactante
Es un protocolo de aplicación de técnicas manuales de Osteopatía Visceral, con el que se consigue disminuir o hacer desaparecer, por completo, los síntomas, con una efectividad del 90%.
Con el método Rubio, se flexibiliza y se elastifica las posibles tensiones que hay en el sistema digestivo del bebé. Mediante un masaje, blando, suave y no invasivo, de ligeras presiones y bombeos.
Con el Método Rubio se consigue de manera natural:
- Una mejoría en la alimentación del niño, el cual hará tomas más correctas y mantendrá mejor el tiempo entre ellas.
- Mejoría como el tránsito intestinal y en la evacuación de las heces y los gases, mayor facilidad para el eructo.
- Como efecto secundario, aumenta el bienestar general del bebé al aumentar la calidad y el tiempo de sueño.